Sin razón, rechazo de IP a etiquetado en alimentos

Ángeles Cruz Martínez

03/03/2020

En el país, del total de la oferta de productos más de la mitad es considerada saludable: experto

De las bebidas y alimentos procesados, 18 por ciento no tendrá etiquetados de advertencia –rótulos octagonales que indican alto contenido de azúcares, grasas, sal y calorías totales– porque están en los límites permitidos para esos ingredientes. Otro 33 por ciento contendrá uno o dos sellos, por lo cual, en el país poco más de la mitad de la oferta disponible está en el rango de lo que se puede considerar alimentación saludable, afirmó en entrevista Simón Barquera, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública.

Así, el rechazo de la industria de alimentos y bebidas para el nuevo etiquetado carece de razón de ser, dijo el especialista, quien formó parte del grupo que tuvo a su cargo el diseño del nuevo sistema que sustituirá al de tipo de Guías Diarias de Alimentación.

La Alianza por la Salud Alimentaria (ASA) denunció la pretensión de la industria de retrasar la entrada en vigor de la Norma Oficial Mexicana (NOM) 051 sobre las especificaciones generales de etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados, que concluyó el 24 de enero pasado.

Activistas de diversas organizaciones que forman la ASA señalaron que la estrategia de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), de interponer una demanda de amparo por supuesta falta de transparencia e inclusión en el diseño de la nueva NOM, es la misma que realizaron cuando se emitieron los lineamientos sobre la venta de alimentos en las escuelas, así como para rechazar el impuesto a las bebidas azucaradas.

Si mañana la jueza séptima de distrito, Laura Gutiérrez Romo, concede la suspensión definitiva a la Concamin, la NOM no se podrá publicar hasta la conclusión del juicio de amparo, advirtieron.

Barquera comentó que en la revisión de la norma sólo quedó pendiente determinar el periodo para que las nuevas disposiciones entren en vigor, lo que deben decidir la Secretaría de Economía y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

Sin embargo, ante la urgencia para combatir el grave problema de salud pública que representan el sobrepeso, obesidad, diabetes y otras enfermedades crónicas asociadas, tres o cuatro meses es suficiente para que las empresas cuenten con los nuevos sellos.

Incluso, planteó la posibilidad de permitir a los fabricantes colocar calcomanías sobre las bolsas y envases, hasta que se agoten los inventarios de los empaques anteriores.

Mencionó que son seis sellos en forma de octágono los que indicarán si un alimento o una bebida contiene niveles elevados de azúcar añadida, sal, grasas, grasas trans, calorías y edulcorantes.

Mientras en 18 por ciento no habrá ningún sello, 15 por ciento tendrá uno y alrededor de 18 por ciento contará con dos; 48 por ciento, más de tres sellos, y se ha identificado que sólo uno por ciento de los productos deberá portar los seis.

Con base en la experiencia de Chile y Perú, donde para evadir la obligación de los rótulos la industria de alimentos y bebidas redujo las presentaciones de sus productos, de modo que no hay espacio para el etiquetado y usaron el argumento de que disminuían el nivel de los ingredientes considerados nocivos cuando se consumen en exceso, en México los integrantes de la comisión intersectorial determinaron que aun en empaques más chicos, se coloque un octágono que en su interior llevará el número de ingredientes poco saludables.