Los proyectos del Tren Maya y el Corredor Transítsmico no llegarán a destruir las regiones, ya que están asediadas desde hace tiempo, sostuvo Víctor Toledo, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Defendió las consultas públicas que se han realizado para ambos proyectos y precisó que aún no se define si se hará un ejercicio específico sobre la manifestación de impacto ambiental del tren que va de Coatzacoalcos a Salina Cruz.
Durante el foro Naturaleza, derechos indígenas y soberanía nacional en el Istmo de Tehuantepec, ante decenas de académicos y representantes de la región, sostuvo que los dos proyectos van adelante y se deben presentar visiones alternativas por parte de la sociedad que se encuentra asentada por donde pasarán el Corredor Transístmico (que abarca los estados de Oaxaca y Veracruz) y el Tren Maya (península de Yucatán).
Tenemos claros los puntos de apoyo y de la resistencia en las dos regiones. Esto va a abrir el debate y orientar los proyectos a situaciones innovadoras, agregó. Pidió que se presenten posiciones maduras de parte de la oposición y no caer en el negacionismo simple.
Acerca de las consultas públicas sobre los proyectos, reconoció que no se han hecho conforme al Convenio 169 de la OIT, pero han sido procesos legítimos. En ese momento se escucharon voces de inconformidad entre los asistentes. El funcionario detalló que en Yucatán, en relación con el Tren Maya, se realizaron esos procesos en 15 regiones, participaron más de mil 500 personas, 85 por ciento de los presidentes municipales y 85 por ciento de los comisarios ejidales. Tras ello, la respuesta general fue un sí condicionado, aseguró.
Agregó que eso fue sólo el principio, ya que ahora se dará paso a la formación de comités municipales y se harán ordenamientos ecológicos participativos, además de procesos de diálogo permanente. Dijo que hay comunidades, como Cuetzalan, en Puebla, donde los habitantes deciden lo que se hace. Añadió que con otras dependencias federales se busca generar lineamientos que se deberán cumplir.
Se necesita visualizar proyectos que no repitan el modelo Cancún y (los ciudadanos) no sean presos de las corporaciones turísticas. Se trata, agregó, de un modelo diferente y alternativo. Señaló que en las obras se debe tomar en cuenta el respeto a la memoria biocultural, turismo alternativo, economía solidaria, impulso a energías renovables y agroecología sustentable.