La Caravana–Toxitour, la Ecología Integral y las comunidades

Federico Luis Pohls Fuentevilla

11/27/2019

Desde hace unos días se viene anunciando, sobre todo en redes sociales, la realización de una Caravana integrada por personas de Ecuador, Estados Unidos, el País Vasco, Alemania, Argentina, Catalunya y Holanda, además de algunas personas que ocupan cargos en el Congreso de los Estados Unidos y en el Parlamento Europeo. Todas estas personas están interesadas en conocer de manera presencial lugares y comunidades afectadas por la devastación socioambiental que sufrimos en el país, sabiendo que el modelo extractivista, de industrialización y urbanización sin control y de consumo a ultranza, han destruido el tejido social y la calidad de vida en todo el país. Así, entre el 2 y el 11 de diciembre personas de diversas comunidades en el país les mostraremos los lugares en donde la destrucción del medio ambiente ha provocado afectaciones mortales a las poblaciones, agotamiento de los recursos y de la capacidad natural de recuperar la biodiversidad, y ha vuelto imposible que las comunidades desarrollen sus actividades sociales, culturales y económicas cotidianas. Les mostrarán, pues, cómo el Estado ha violado sus derechos humanos, de manera constante, a través de la aplicación de un modelo económico basado sólo en el crecimiento depredador.

¿Y a qué viene el asunto de la Ecología Integral? Pues justo a que las personas que recorrerán varios estados en la Caravana también conocerán, de manera presencial y de viva voz, las acciones que las y los habitantes de las regiones devastadas hemos llevado a cabo para intentar corregir esta terrible situación: investigaciones, foros para presentar resultados, solicitudes de información y de audiencia, reuniones con algunas y algunos funcionarios públicos, quejas ante las instituciones y ante las instancias que deben velar por el ejercicio de nuestros derechos, denuncias públicas, y también, con todo esto, las propuestas concretas que hemos elaborado para lograr el saneamiento de las cuencas en las que habitamos, desde los aspectos micro con ecotecnias en las mismas comunidades hasta ejemplos técnicos y viables de política pública.

Y justo la Ecología Integral tiene que ver con las propuestas ciudadanas de saneamiento. Es decir, la visión integral de la ecología reconoce que la crisis ecológica es también una crisis social, y por esto considera que los procesos de atención y solución deben manejarse en cinco dimensiones: 1. La Ecología ambiental, económica y social (relación entre todos los organismos vivientes y el medio en el que se desarrollan); 2. Ecología cultural (patrimonio artístico y cultural, también amenazado); 3. Ecología de la vida cotidiana (que se produzca una mejora integral en la vida de las personas); 4. El principio del bien común (que unifica todo en la ética social); 5. Justicia entre las generaciones (no disminuir las posibilidades de vida de las generaciones futuras).

Así, pues, mientras gobiernos estatales, municipales y dependencias en varios lugares del país hacen todo su esfuerzo por desviar la atención del fondo del problema culpando a la ciudadanía de las causas de la devastación, y se aferran a proponer soluciones mediáticas y parciales buscando la manera de justificar su desorganización, negligencia y hasta la protección que brindan a las industrias, las comunidades, con una preocupación verdadera por mejorar su calidad de vida y la de todas las comunidades en el entorno, plantean propuestas de solución sustentadas en las causas reales de la devastación y considerando todos los aspectos necesarios para que el saneamiento sea integral conforme a los términos de las dimensiones que mencionamos. En Tlaxcala, un esfuerzo de este tipo se concretó en la Propuesta Comunitaria para el Saneamiento Integral de la Cuenca Atoyac–Zahuapan y la Reparación del Daño a las Comunidades y, en otras partes habrá otras propuestas semejantes.

De todo esto y quizá más, se hablará con las personas que vengan en la Caravana–Toxitour, de manera que puedan tener información verídica y de primera mano, y puedan ellas y ellos, a su vez, descubrir en sus países de origen lo que aquí se vive y quizá también la información sobre lo que sus empresas, industrias y sus filiales han provocado en la vida de nuestras comunidades.