Katowice, Polonia, 14 de diciembre de 2018: Mientras las negociaciones de la ONU sobre el clima llegan a sus últimas horas en Katowice, los avances en términos del "Libro de Reglas" del Acuerdo de París y otras decisiones clave, como el reconocimiento del informe sin precedentes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) sobre los 1,5 grados, han sido aterradoramente lentos. Las negociaciones no están bien encaminadas para pasar las pruebas de la ciencia o la justicia, y los gobiernos clave que presionan a favor de los combustibles fósiles imponen muchos obstáculos.
Sara Shaw, Coordinadora del Programa de Justicia Climática y Energía de Amigos de la Tierra Internacional, afirmó:
"Siempre supimos que sería una conferencia difícil, que se desarrollaría en el centro de la industria carbonífera de Polonia, y que empresas como Shell, Exxon y BP estarían dentro de las negociaciones y promoverían el mito de que es posible detener el cambio climático sin desmantelar la industria de los combustibles fósiles. Pero sigue siendo devastador ver cómo países como Estados Unidos, Arabia Saudita, Rusia y Kuwait destruyen nuestras chances de tener un planeta seguro donde sea posible vivir y cómo estos países obstaculizan el progreso en cada oportunidad que tienen. Hace más de 50 años se sabe que los gases de efecto invernadero provocan el cambio climático. Sin embargo aquí estamos, al borde de una catástrofe, porque los intereses empresariales y las ganancias de los combustibles fósiles se han infiltrado en las negociaciones sobre el clima para perpetuar el sistema de energía sucia sin que importen los costos para los pueblos y el planeta. El hecho de que Shell se jactara esta semana de haber ayudado a redactar el Acuerdo de París es una prueba más de esta realidad".
Es probable que los gobiernos negocien finalmente un acuerdo sobre el Libro de Reglas necesario para implementar las débiles metas del Acuerdo de París, que fue su mandato en esta 24a Conferencia de las Partes de la CMNUCC. Esta conferencia tuvo lugar inmediatamente después de que se dieran a conocer las conclusiones cruciales del informe especial del IPCC sobre los 1,5 grados. Pero si bien los países en desarrollo y los pueblos vulnerables del planeta necesitan desesperadamente que se proporcione financiamiento para la mitigación, adaptación, las pérdidas y daños, y si bien es vital que aumente la ambición de las reducciones de emisiones, los avances han sido frustrados a cada paso por los países que no tienen ningún interés en detener el cambio climático y que están ávidos por sostener la industria criminal de los combustibles fósiles. Sin embargo, nuevamente vimos cómo se socavó el principio crucial de que los países desarrollados tienen la responsabilidad histórica de hacer más y de pagar la deuda climática que mantienen con el Sur.
Sara Shaw continuó:
"Los países ricos están presionando a los países en desarrollo para que acepten normas que no los benefician, y les plantean una elección imposible entre recibir financiamiento para la tan necesaria transición o sobrevivir. Las reglas que se quieren adoptar no nos encaminarían hacia un futuro por debajo de los 1,5 grados y se corre el riesgo de confinar al mundo a décadas de falta de acción".
Entretanto, mientras las empresas de combustibles fósiles disfrutan de niveles extraordinarios de acceso a las negociaciones sobre el clima, la sociedad civil ha sido llevada a los márgenes de las negociaciones y se detuvo, deportó y negó el acceso a Polonia a muchos/as activistas. Los/as activistas que marcharon por la justicia climática en las calles de Katowice estuvieron rodeados/as por un gran número de oficiales de policía fuertemente armados, vehículos blindados y gases lacrimógenos.
Rita Uwaka, de Environmental Rights Action/ Amigos de la Tierra Nigeria, sostuvo:
"En el momento preciso en el que necesitamos de las mayores medidas climáticas posibles es que vemos un aumento de los regímenes autoritarios de derecha y de los negadores del cambio climático en Estados Unidos, en Brasil, en Polonia, en Filipinas y en otras partes del mundo. Este es un duro golpe para la democracia, para la justicia climática, para la seguridad de los/as activistas y la gente común en muchos países. Vemos un aumento del apoyo de estos regímenes a la impunidad de los grandes contaminadores. Pero los pueblos se están alzando y se movilizan a pesar de los graves riesgos que corren en algunas partes. La sociedad civil está resistiendo aquí en Polonia. Y continuaremos con el importante trabajo que hacemos en nuestros países, desafiando a los contaminadores, fortaleciendo nuestros movimientos con las comunidades en la primera línea que son las más afectadas por el cambio climático y la energía sucia y desafiando el patriarcado para crear un mundo justo y sustentable".